Antes de iniciar el recorrido glorioso por su barrio, la alcaldesa le impuso la medalla de la ciudad a la Niña de la Plata, rompiendo tras este hecho el barrio entero (y todos los que nos congregábamos allí) en aplausos.
El "moreno de la plata", Nazareno de las Misericordias con una elegante y a la par inmaculada túnica blanca, abría el camino a su madre, acompañado por los sones de la Banda jerezana de la Caridad, y acompañado por la Santa Mujer Verónica (cuarto titular de la Hermandad) y su misterio estrenado precisamente el Lunes Santo de este mismo año, obra de Juan Carlos García.
El Señor es obra de Francisco Pinto, de 1977, sustituyendo al anterior, imagen fundacional de la cofradía de Castillo Lastrucci, que tuvo que ser sustituída por ataque de xilófagos. La imagen de la Santa Mujer Verónica, también obra de Castillo, es datada en 1957.
Detrás, y bajo impresionante palio de terciopelo rojo, se paseaba por su barrio María Santísima de la Candelaria, radiante a pesar del mal tiempo, con amenaza de lluvia y fuerte viento incluído.
Obra de 1969, de Manuel Prieto Fernández, y a pesar de su dulzura y su cara de dolorosa aniñada, refleja el dolor tras su hijo de la Misericordia.
Detrás la Banda de música del Nazareno y la Amargura de Rota, interpretaron clásicos como La Estrella sublime o Coronación de la Macarena, mientras la Señorita de Santa Ana se dirigía hacia la Calle Pizarro
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